Ayla es una chica quien, pese a los desafíos que confronta a diario debido a su“impedimento”, vive feliz con su madre, y agradecida por la presencia en su vida de su amiga del alma Lisa y su abuelo, a quien solo puede ver una vez al año,
precisamente, el día del cumpleaños de la chica. Ayla tiene que sobrellevar las bromas pesadas de otros, siempre burlas sobre su físico, causado por el síndrome de Morquio, con el cual nació. Pero ya ella sabía cómo defenderse y tenía a su
lado a Lisa, siempre dispuesta a dar la cara por su amiga.